Obituario: Elu Arroyo

Elu Arroyo. Foot de Nacho González Oramas

Elu Arroyo participó en innumerables eventos artísticos: coros, conciertos, ópera, zarzuela, teatro de prosa. Como bajo cantante o como actor, siempre estaba dispuesto. La lista de coros de la que formó parte en Gran Canaria es muy grande, como miembro o con colaboraciones.

Siempre recordaremos su particular risa, tu agradable e inteligente conversación y su gran bondad.

Compartimos el texto de Sergio Sánchez, compañero coralista:

En tu mirada siempre encontramos amor. El mismo amor que sentíamos en tus enormes abrazos. Ese que invadía tu voz profunda y amplia hasta rebosarla y que a tanta gente emocionó y que tantos escenarios disfrutaron. Ese amor que retumbaba en tus sonoras e inolvidables carcajadas.

Solo soy uno más de toda esa enorme familia musical que creció a tu alrededor. Uno de esos que crecimos de infantes a adultos saltando y riendo entre acordes cantados. Uno de esos que disfrutó tu interminable amor durante casi toda mi vida. Pero ese “solo uno más” no es solo muestra de humildad, querido, sino rotunda afirmación de la innumerable cantidad de personas que hoy lloran tu partida. Y eso te define a la perfección: nadie ha podido hablar mal de ti en vida, y aún menos lo hará ahora que te lloramos. Siempre fuiste un caballero.

Primero eras un gigante inalcanzable que imponía respeto y demasiada ternura a unos pipiolos que no parábamos quietos. Ya en nuestra adolescencia nos ayudaste a moldearnos con certezas, verdad, empatía y, siempre, un brazo sobre el hombro. De adultos fuiste eternamente ejemplo de respeto, entrega y bondad.

Y es que pasaste de ser “tío Elu” a «hermano 2.0» en apenas unos repertorios. Porque así lo vivo: casi 30 años de mi vida posan en una estantería de casa en miles de hojas pautadas. De romanceros gitanos a Jesucristo Superstar… Y en cada una de ellas un recuerdo, una vivencia. Pero la sensación ahora de que todo pasó en apenas unos abrazos tuyos sigue ahí.

Gracias por cada sonrisa, por cada nota, por cada recuerdo, por cada uno de esos helados a los que me invitaste en Beltrán, por cada abrazo, por cada carcajada… Por darnos un espacio en tu vida y permanecer tú en la nuestra durante tantos años.

La vida musical sigue por allí arriba y ya se han juntado unos muchos cuantos: Jenni, José Antonio, Alberto, Marisol… Y ahora tú. Vayan ensayando. Vayan calentando los calderos pa’l tenderete. Pronto nos vemos para recordar viejas andanzas y cantar nuestras eternas tonadillas.
Pero ahora, déjanos llorarte. Porque, como cantaba nuestra querida Yolanda poniendo voz a Sindo Saavedra, es solo “La muerte que duele tanto”.

Señoras, señores: todos en pie.
Guarden un minuto de silencio.
Se ha ido una leyenda de la música en Canarias.
Se ha ido un hermano; un amigo.
Descansa en paz, Elu.

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio
Federación Coral de Canarias
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.